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El viernes más difícil de la ronda de Sánchez con los barones: cara a cara con Page para "rechazar" el cupo catalán
El barón socialista pedirá criterios de "población ajustada" y que la dispersión y el envejecimiento tengan más peso: "No se puede perjudicar a todos por hacerle caso a Puigdemont"
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se enfrenta este viernes al día más complicado de sus reuniones con los presidentes autonómicos. Por la mañana recibirá a los barones de las dos regiones más infrafinanciadas, Murcia y la Comunidad Valenciana, y por la tarde departirá con Emiliano García-Page el presidente socialista más crítico con la financiación «singular» de Cataluña.
El dirigente castellanomanchego llegará a La Moncloa con un documento con 194 epígrafes, repartidos en dos bloques, según ha sabido EL MUNDO. El primero, de «rechazo a la financiación singular» de Cataluña y proponiendo una propuesta alternativa para reformar el modelo de financiación. El segundo, con las reivindicaciones regionales, con cuatro ejes principales: «La política de agua, inversión en infraestructuras viarias, ferroviarias y energéticas, el empleo y el acceso a la vivienda». Page va a pedirle a Sánchez que la red eléctrica estatal «sea capaz de asumir toda la energía renovable que se produce en Castilla-La Mancha ya y la que se va a producir en el futuro, con más conectividad a la red».
Pero, en pleno debate sobre el cupo catalán, lo más importante de la reunión, que comenzará a las 16.00 horas, será cómo intenta desmontar Page la singularidad catalana ante el secretario general de su partido. Y, sobre todo, qué criterios alternativos le plantea.
La primera página del documento que llevará bajo el brazo la preside un encabezado que da una idea inequívoca de la rotundidad del barón socialista contra lo pactado por PSC y ERC: «Propuesta de financiación singular para Cataluña». Es de lo primero que quiere debatir Page con Sánchez y de lo que quiere hablar con mayor rotundidad, porque cree que dar privilegios a Catauña no es socialdemócrata, y es «un grave atentado a la igualdad» entre los ciudadanos de los distintos territorios.
En cuanto a su modelo de financiación, Page basa su propuesta en dos documentos que considera plenamente vigentes. El primero, el Pacto de Santiago que suscribieron en noviembre de 2021 ocho autonomías (cinco de ellas, del PSOE, por aquel entonces): Castilla-La Mancha, Galicia, Extremadura, Castilla y León, La Rioja, Aragón, Cantabria y Asturias. El segundo, su propuesta de financiación en base a la «población ajustada», enviada al Ministerio de Hacienda en enero del año siguiente.
«Nos mantenemos en el documento de Santiago», aseguran en el Palacio de Fuensalida. Ese texto abogaba de manera «clara» por el acceso igualitario a los servicios básicos y por paliar y sufragar la despoblación, reclamando que el envejecimiento, la dispersión poblacional o la baja natalidad sean factores de más peso a la hora de repartir la tarta.
Además, Castilla-La Mancha reclama reforzar el principio de suficiencia, la evaluación específica de los gastos vinculados a la educación, sanidad y servicios sociales o el tratamiento diferenciado el efecto de la aplicación de la Ley de la Dependencia.
En cuanto al concepto de población ajustada, en la Junta explican que no tienen el mismo coste en cada autonomía los servicios en función del tamaño, la dispersión de la población y su edad, o incluso la geografía específica.
Un ejemplo muy gráfico es el de Fuenlabrada (Madrid), que tiene la misma población que toda la provincia de Cuenca. Pues bien, la ciudad madrileña tiene cinco centros de salud y Cuenca necesita 50. Más casi 150 consultorios locales adicionales. «El coste es claramente mayor, a pesar de tener la misma población», enfatizan las fuentes consultadas.
El propio Page apuntó ayer que todo lo que signifique romper el régimen común e «inventarse» un régimen especial «es un privilegio». «Me da lo mismo que quieran llegar al objetivo del privilegio por trozos que de golpe, no va a ser posible y es inviable desde el punto de vista también constitucional», dijo. «Me parece bastante lamentable el espectáculo de permanentes cesiones y chantajes». «No se puede perjudicar a 40 millones de españoles por hacerle caso a alguien como Puigdemont».
El Mundo
El barón socialista pedirá criterios de "población ajustada" y que la dispersión y el envejecimiento tengan más peso: "No se puede perjudicar a todos por hacerle caso a Puigdemont"
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se enfrenta este viernes al día más complicado de sus reuniones con los presidentes autonómicos. Por la mañana recibirá a los barones de las dos regiones más infrafinanciadas, Murcia y la Comunidad Valenciana, y por la tarde departirá con Emiliano García-Page el presidente socialista más crítico con la financiación «singular» de Cataluña.
El dirigente castellanomanchego llegará a La Moncloa con un documento con 194 epígrafes, repartidos en dos bloques, según ha sabido EL MUNDO. El primero, de «rechazo a la financiación singular» de Cataluña y proponiendo una propuesta alternativa para reformar el modelo de financiación. El segundo, con las reivindicaciones regionales, con cuatro ejes principales: «La política de agua, inversión en infraestructuras viarias, ferroviarias y energéticas, el empleo y el acceso a la vivienda». Page va a pedirle a Sánchez que la red eléctrica estatal «sea capaz de asumir toda la energía renovable que se produce en Castilla-La Mancha ya y la que se va a producir en el futuro, con más conectividad a la red».
Pero, en pleno debate sobre el cupo catalán, lo más importante de la reunión, que comenzará a las 16.00 horas, será cómo intenta desmontar Page la singularidad catalana ante el secretario general de su partido. Y, sobre todo, qué criterios alternativos le plantea.
La primera página del documento que llevará bajo el brazo la preside un encabezado que da una idea inequívoca de la rotundidad del barón socialista contra lo pactado por PSC y ERC: «Propuesta de financiación singular para Cataluña». Es de lo primero que quiere debatir Page con Sánchez y de lo que quiere hablar con mayor rotundidad, porque cree que dar privilegios a Catauña no es socialdemócrata, y es «un grave atentado a la igualdad» entre los ciudadanos de los distintos territorios.
En cuanto a su modelo de financiación, Page basa su propuesta en dos documentos que considera plenamente vigentes. El primero, el Pacto de Santiago que suscribieron en noviembre de 2021 ocho autonomías (cinco de ellas, del PSOE, por aquel entonces): Castilla-La Mancha, Galicia, Extremadura, Castilla y León, La Rioja, Aragón, Cantabria y Asturias. El segundo, su propuesta de financiación en base a la «población ajustada», enviada al Ministerio de Hacienda en enero del año siguiente.
«Nos mantenemos en el documento de Santiago», aseguran en el Palacio de Fuensalida. Ese texto abogaba de manera «clara» por el acceso igualitario a los servicios básicos y por paliar y sufragar la despoblación, reclamando que el envejecimiento, la dispersión poblacional o la baja natalidad sean factores de más peso a la hora de repartir la tarta.
Además, Castilla-La Mancha reclama reforzar el principio de suficiencia, la evaluación específica de los gastos vinculados a la educación, sanidad y servicios sociales o el tratamiento diferenciado el efecto de la aplicación de la Ley de la Dependencia.
En cuanto al concepto de población ajustada, en la Junta explican que no tienen el mismo coste en cada autonomía los servicios en función del tamaño, la dispersión de la población y su edad, o incluso la geografía específica.
Un ejemplo muy gráfico es el de Fuenlabrada (Madrid), que tiene la misma población que toda la provincia de Cuenca. Pues bien, la ciudad madrileña tiene cinco centros de salud y Cuenca necesita 50. Más casi 150 consultorios locales adicionales. «El coste es claramente mayor, a pesar de tener la misma población», enfatizan las fuentes consultadas.
El propio Page apuntó ayer que todo lo que signifique romper el régimen común e «inventarse» un régimen especial «es un privilegio». «Me da lo mismo que quieran llegar al objetivo del privilegio por trozos que de golpe, no va a ser posible y es inviable desde el punto de vista también constitucional», dijo. «Me parece bastante lamentable el espectáculo de permanentes cesiones y chantajes». «No se puede perjudicar a 40 millones de españoles por hacerle caso a alguien como Puigdemont».
El Mundo