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- Out 5, 2021
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La Policía analiza el móvil del joven desaparecido en Badajoz tras una semana sin ninguna pista de su paradero
La familia descarta la desaparición voluntaria de Pablo Sierra: "Es un chico 10"
Esta próxima madrugada se cumplirá una semana de la desaparición en Badajoz de Pablo Sierra, el estudiante de Matemáticas de 21 años del que no existe ni un indicio sobre su paradero. La Policía Nacional continúa su búsqueda y en estos momentos se centra en el análisis de su teléfono móvil para intentar aclarar lo que ocurrió en la noche de su desaparición tras localizarse el dispositivo el pasado viernes por parte de una agente de la Guardia Civil libre de servicio que paseaba con su perro. El aparato, ya apagado, se encontraba en una zona de piedras junto a un camino en una zona denominada Las Crispitas, junto al río Guadiana, a unos siete kilómetros de la residencia universitaria donde residía. La zona fue rastreada durante tres días sin éxito.
El joven, natural de Zorita (Cáceres), vivía con su hermano -mellizo- en la residencia de estudiantes Rucab -a dos minutos de la Universidad- y fue a la mañana siguiente de la desaparición cuando se le echó en falta. Esa noche había salido con un grupo de amigos por el centro de Badajoz y se le vio por última vez sobre las dos de la madrugada en la calle Zurbarán, en el caso antiguo, una de las zonas de bares. La investigación intenta reconstruir las últimas horas del joven esa noche y para eso es clave conseguir alguna pista en el estudio de su móvil, como comprobar las personas con las que pudo hablar o con las que intercambió mensajes, qué lugares recorrió (a través del GPS), si llegó a coger un autobús para volver a la residencia, que al parecer era su intención... En definitiva, alguna pista que pueda resolver el caso.
Patrullas suspendidas
Mientras, desde el pasado lunes quedaron suspendidas las patrullas de seguridad ciudadana que se organizaron para rastrear la ciudad y que peinaron, sin éxito, las posibles zonas donde el joven pudo pasar las últimas horas. Se tomó esta decisión "para no entorpecer" la labor policial y para no caer en la "desmoralización" al haberse recorrido todos los lugares posibles (Los Colorines, Cuestas de Orinaza, Suerte de Saavedra o el río Rivillas) y no encontrar ningún rastro, según ha señalado el portavoz de la familia, y de la asociación SOS desaparecidos, Joaquín Amills. En cualquier caso, se encuentran a disposición de la Policía para retomar esta búsqueda si fuera necesario. Las diligencias del caso las lleva el Juzgado nº3 de Badajoz.
Mientras, los servicios de emergencia -formados por Cruz Roja, Protección Civil, Bomberos, guías caninos y el grupo de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil- siguen en prealerta por si fuera necesaria su intervención. En numerosas calles y barrios de la capital pacense, sobre todo en las que pasó los últimos momentos hasta su desaparición, hay colocados carteles con su fotografía donde se pide la colaboración ciudadana.
El portavoz de la familia ha explicado que "hay motivos para la esperanza porque tampoco hay nada que demuestre lo contrario" y ha añadido que todas las hipótesis están abiertas y que la investigación debe ir dirigida a saber qué pasó en esas horas en las que se pierde el rastro de Pablo Sierra: "Es verdad que el tiempo va pasando y nos pueden ir desanimando, pero mantenemos la fe en encontrar a Pablo sano y salvo". Además, ha insistido en que es "importantísima la colaboración ciudadana" por lo que se ha vuelto a hacer un llamamiento para que toda aquella persona que tenga un mínimo detalle sobre Pablo Sierra lo comunique a la familia o a la Policía.
Por su parte, la familia de Pablo Sierra descarta la desaparición voluntaria: "Nunca nos ha dado ningún problema", ha asegurado Susana Moreno, tía del joven desaparecido, quien ha subrayado que sobrino es "un chico 10", por lo que nunca se marcharía de esta manera sin avisar. En este sentido, ha subrayado que toda la familia está "muy angustiada y preocupada" porque no saben qué ha podido suceder. "Pablo es un niño bueno, trabajador, buen estudiante, simpático; es un chico de 10. Nunca nos ha dado ningún problema, por lo que no tenemos ninguna duda sobre él".
Además, Moreno ha explicado que a pesar del nerviosismo por no obtener ninguna noticia sobre el paradero del joven, entienden que la policía está haciendo su trabajo y piden la colaboración ciudadana que pueda aportar cualquier detalle, aunque pueda parecer nimio: "Llamamos a que se difunda todo lo posible su desaparición para que llegue a todo aquel que pueda haber visto algo", ha explicado.
Pablo Sierra mide 1.75 m. de altura, tiene el pelo castaño, el flequillo rizado y en el momento de la desaparición vestía camisa azul, vaqueros y zapatillas blancas.
De otro lado, La Universidad de Extremadura (UEx) ha mostrado su predisposición a colaborar "en todo lo que necesite la familia" de Pablo Sierra en la difusión del caso para encontrar al joven. El rector de la UEx, Antonio Hidalgo, ha afirmado que ha podido hablar con la madre del desaparecido y ofrecerse "para todo lo que se precisase", mientras que ésta le trasladó que "se diese la mayor difusión posible por si alguien tenía algún tipo de información". En este sentido, además se ha distribuido un mail a todos los alumnos de la Facultad de Ciencias "por si alguien tuviese algún dato que considerase relevante, para que lo comunicase a la Policía". Hidalgo ha confirmado que las clases de Matemáticas se han retomado tras el puente festivo, pues "hay que entender la situación, pero la clase seguirá trabajando".
EL Mundo
La familia descarta la desaparición voluntaria de Pablo Sierra: "Es un chico 10"
Esta próxima madrugada se cumplirá una semana de la desaparición en Badajoz de Pablo Sierra, el estudiante de Matemáticas de 21 años del que no existe ni un indicio sobre su paradero. La Policía Nacional continúa su búsqueda y en estos momentos se centra en el análisis de su teléfono móvil para intentar aclarar lo que ocurrió en la noche de su desaparición tras localizarse el dispositivo el pasado viernes por parte de una agente de la Guardia Civil libre de servicio que paseaba con su perro. El aparato, ya apagado, se encontraba en una zona de piedras junto a un camino en una zona denominada Las Crispitas, junto al río Guadiana, a unos siete kilómetros de la residencia universitaria donde residía. La zona fue rastreada durante tres días sin éxito.
El joven, natural de Zorita (Cáceres), vivía con su hermano -mellizo- en la residencia de estudiantes Rucab -a dos minutos de la Universidad- y fue a la mañana siguiente de la desaparición cuando se le echó en falta. Esa noche había salido con un grupo de amigos por el centro de Badajoz y se le vio por última vez sobre las dos de la madrugada en la calle Zurbarán, en el caso antiguo, una de las zonas de bares. La investigación intenta reconstruir las últimas horas del joven esa noche y para eso es clave conseguir alguna pista en el estudio de su móvil, como comprobar las personas con las que pudo hablar o con las que intercambió mensajes, qué lugares recorrió (a través del GPS), si llegó a coger un autobús para volver a la residencia, que al parecer era su intención... En definitiva, alguna pista que pueda resolver el caso.
Patrullas suspendidas
Mientras, desde el pasado lunes quedaron suspendidas las patrullas de seguridad ciudadana que se organizaron para rastrear la ciudad y que peinaron, sin éxito, las posibles zonas donde el joven pudo pasar las últimas horas. Se tomó esta decisión "para no entorpecer" la labor policial y para no caer en la "desmoralización" al haberse recorrido todos los lugares posibles (Los Colorines, Cuestas de Orinaza, Suerte de Saavedra o el río Rivillas) y no encontrar ningún rastro, según ha señalado el portavoz de la familia, y de la asociación SOS desaparecidos, Joaquín Amills. En cualquier caso, se encuentran a disposición de la Policía para retomar esta búsqueda si fuera necesario. Las diligencias del caso las lleva el Juzgado nº3 de Badajoz.
Mientras, los servicios de emergencia -formados por Cruz Roja, Protección Civil, Bomberos, guías caninos y el grupo de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil- siguen en prealerta por si fuera necesaria su intervención. En numerosas calles y barrios de la capital pacense, sobre todo en las que pasó los últimos momentos hasta su desaparición, hay colocados carteles con su fotografía donde se pide la colaboración ciudadana.
El portavoz de la familia ha explicado que "hay motivos para la esperanza porque tampoco hay nada que demuestre lo contrario" y ha añadido que todas las hipótesis están abiertas y que la investigación debe ir dirigida a saber qué pasó en esas horas en las que se pierde el rastro de Pablo Sierra: "Es verdad que el tiempo va pasando y nos pueden ir desanimando, pero mantenemos la fe en encontrar a Pablo sano y salvo". Además, ha insistido en que es "importantísima la colaboración ciudadana" por lo que se ha vuelto a hacer un llamamiento para que toda aquella persona que tenga un mínimo detalle sobre Pablo Sierra lo comunique a la familia o a la Policía.
Por su parte, la familia de Pablo Sierra descarta la desaparición voluntaria: "Nunca nos ha dado ningún problema", ha asegurado Susana Moreno, tía del joven desaparecido, quien ha subrayado que sobrino es "un chico 10", por lo que nunca se marcharía de esta manera sin avisar. En este sentido, ha subrayado que toda la familia está "muy angustiada y preocupada" porque no saben qué ha podido suceder. "Pablo es un niño bueno, trabajador, buen estudiante, simpático; es un chico de 10. Nunca nos ha dado ningún problema, por lo que no tenemos ninguna duda sobre él".
Además, Moreno ha explicado que a pesar del nerviosismo por no obtener ninguna noticia sobre el paradero del joven, entienden que la policía está haciendo su trabajo y piden la colaboración ciudadana que pueda aportar cualquier detalle, aunque pueda parecer nimio: "Llamamos a que se difunda todo lo posible su desaparición para que llegue a todo aquel que pueda haber visto algo", ha explicado.
Pablo Sierra mide 1.75 m. de altura, tiene el pelo castaño, el flequillo rizado y en el momento de la desaparición vestía camisa azul, vaqueros y zapatillas blancas.
De otro lado, La Universidad de Extremadura (UEx) ha mostrado su predisposición a colaborar "en todo lo que necesite la familia" de Pablo Sierra en la difusión del caso para encontrar al joven. El rector de la UEx, Antonio Hidalgo, ha afirmado que ha podido hablar con la madre del desaparecido y ofrecerse "para todo lo que se precisase", mientras que ésta le trasladó que "se diese la mayor difusión posible por si alguien tenía algún tipo de información". En este sentido, además se ha distribuido un mail a todos los alumnos de la Facultad de Ciencias "por si alguien tuviese algún dato que considerase relevante, para que lo comunicase a la Policía". Hidalgo ha confirmado que las clases de Matemáticas se han retomado tras el puente festivo, pues "hay que entender la situación, pero la clase seguirá trabajando".
EL Mundo