• Olá Visitante, se gosta do forum e pretende contribuir com um donativo para auxiliar nos encargos financeiros inerentes ao alojamento desta plataforma, pode encontrar mais informações sobre os várias formas disponíveis para o fazer no seguinte tópico: leia mais... O seu contributo é importante! Obrigado.

La urgencia de la descarbonización: así se combate el cambio climático en la empresa española

Roter.Teufel

Sub-Administrador
Team GForum
Entrou
Out 5, 2021
Mensagens
25,833
Gostos Recebidos
1,019
La urgencia de la descarbonización: así se combate el cambio climático en la empresa española

poster.jpg



Este mes de diciembre se cumplen seis años del Acuerdo de París, todo un hito en la lucha contra el cambio climático. Gracias a este pacto, jurídicamente vinculante y adoptado por 196 partes, la sostenibilidad se ha convertido en un eje de actuación indispensable para gobiernos, instituciones y empresas. Entre todas están adoptando marcos legales y estrategias para poner en marcha los cambios sustanciales que frenen el calentamiento global.


Existe un amplio consenso por parte de estados y gobiernos, empresas, instituciones y particulares acerca de la necesidad de tomar medidas urgentes para luchar contra el cambio climático, que tan graves consecuencias tiene para nuestro planeta. Desde el ámbito científico no existe duda: nos quedamos sin tiempo. Tal y como reconoce el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), el cambio climático es real, está ya sucediendo y las actividades humanas son su causa principal.

La concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera está directamente relacionada con la temperatura global promedio en la Tierra. Desde la época de la Revolución Industrial, esta concentración ha aumentado constantemente y, con ella, las temperaturas globales medias. Y el dióxido de carbono (CO2), que representa alrededor de dos tercios de los gases de efecto invernadero es, en gran medida, producto de la quema de combustibles fósiles.

El Acuerdo de París -del que ahora se cumplen seis años- supuso todo un hito en la lucha contra el cambio climático. Este tratado internacional, jurídicamente vinculante, fue adoptado por 196 partes en la COP21 de París en 2015 y entró en vigor el 4 de noviembre de 2016. Su objetivo es mantener el aumento de la temperatura media mundial por debajo de los 2°C con respecto a los niveles preindustriales y proseguir los esfuerzos para limitarlo a 1,5°C en este siglo. Para conseguirlo, los países se han propuesto recortar al máximo de las emisiones de gases de efecto invernadero lo antes posible para lograr un planeta con clima neutro para mediados de siglo. Este compromiso se ha visto refrendado durante la celebración de la reciente Cumbre del Clima en Glasgow, en Escocia.

"España está situada en una zona de especial vulnerabilidad ante los impactos del cambio climático"

Para cumplir con este y otros acuerdos en el seno de la Unión Europa, la Comisión propuso a finales de 2016 un paquete de medidas, ‘Energía limpia para todos los europeos’, en el que se establece la necesidad de elaborar estrategias a largo plazo, por parte de los Estados miembros, con una perspectiva de, al menos, 30 años. El objetivo que se ha propuesto la Unión Europea es ser neutra en términos climáticos en 2050, es decir, tener una economía con cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para entonces. Esto está en línea con los compromisos del Acuerdo de París y constituye el núcleo del Pacto Verde Europeo, que la Comisión Europea presentó en 2019 y que integra medidas para disminuir la contaminación, así como como políticas sociales y leyes de sostenibilidad, reducción en la emisión de gases contaminantes y eficiencia energética.

España está situada en una zona de especial vulnerabilidad ante los impactos del cambio climático. Nuestra vida, tal y como la conocemos, puede verse afectada por el aumento de las temperaturas, la variación en el régimen de precipitaciones o las sequías. Está en juego la supervivencia de sectores como la agricultura, la ganadería, la silvicultura o el turismo. Pero, además, tiene impactos negativos en la salud de la población, fundamentalmente sobre aquella en riesgo de exclusión.

Por este motivo, y en consonancia con los compromisos adquiridos, desde España se han puesto en marcha políticas encaminadas a conseguir la neutralidad en carbono para 2050. La Unión Europea demanda a cada Estado miembro la elaboración de un Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC), que servirá a la Comisión para determinar el grado de cumplimiento conjunto y establecer actuaciones para corregir posibles desvíos. El PNIEC 2021-2030 que ha elaborado España pretende reflejar dicho compromiso y contribuir al esfuerzo internacional y europeo. Identifica retos y oportunidades e incluye cinco propuestas principales: la descarbonización, en línea con las energías renovables; la eficiencia energética; la seguridad energética; el mercado interior de la energía y la apuesta por la investigación, la innovación y la competitividad.

En 2021, los compromisos y el trabajo se han acelerado. El pasado mes de mayo, España aprobó su primera Ley de Cambio Climático y Transición Energética, lo que pone en el centro de la acción política la lucha contra este problema y la transformación del modelo energético. En junio, por su parte, se aprobó la Ley Europea del Clima, que fija el objetivo de neutralidad climática en la economía y establece el objetivo intermedio de reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en, al menos, un 55% para 2030, en comparación con los niveles de 1990.

Además, la Comisión Europea publicó en julio su paquete legislativo ‘Fit for 55’, que también apoya su compromiso de reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en, al menos, un 55% para 2030. Este paquete presenta un plan de acción política sobre cómo alcanzar los objetivos climáticos de Europa, en consonancia con su ambición de convertirse en el primer continente climáticamente neutro para 2050. Y en noviembre, la COP26 se cerró con el Pacto por el Clima de Glasgow, que alienta a un incremento de la ambición en materia de mitigación, adaptación y financiación. El acuerdo reafirma el compromiso de limitar el incremento de la temperatura e incluye un llamamiento a reducir el uso de carbón sin tecnología de captura y a eliminar los subsidios ineficientes de los combustibles fósiles.


EL Mundo
 
Topo